EL MINISTERIO DEL TIEMPO

Anoche el Comisario García Gómez volvió a casa hecho polvo, tiró su gabardina al suelo y en seguida se tumbó en su sofá, y dejándose tragar por los cojines, cerró los ojos, escuchó el silencio de la soledad que cada noche, como siempre, lo acoge en su casa. La quietud duró nada más que un instante porque luego sacó su móvil de su bolsillo, y su mente se puso otra vez en marcha. Había pasado todo el día pensando en la profesora, en lo que había descubierto a través de la revista, ¿en serio se le podía echar la culpa de la desaparición de Alberto? Le costaba trabajo creerlo, pero era cierto que aquella mujer escondía algo. Se acordó del perfil en instagram, y se metió otra vez a curiosear y mientras el sueño se estaba apoderando de sus párpados, su dedo pinchó en "MI SERIE". ¿El Ministerio del Tiempo? Había oído hablar de la serie en el trabajo, pero había mostrado muy poco interés, de hecho él era más bien de fútbol. Se puso cómodo, encendió su televisión y empezó a dejarse llevar por la serie hasta cuando su despertador sonó, le estaba recordando que una nueva jornada laboral acababa de darle los buenos días.