UN VIAJE A TOSCANA
LOS CAFÉS DE JORGE
El despertador suena, la luz de la mañana que entra por las ventanas del salón parece anunciar algo nuevo, y el comisario no quiere perder ni un minuto de aquella tranquilidad matinal, sin restricciones. Le encanta correr por las calles de Tierra Escondida por la mañana cuando todavía el pueblo sigue cautivo entre los brazos de Morfeo, y solos unos pocos han logrado liberarse del dulce torpor. Corre, despreocupado, con la mente vacía, escuchando solamente su respiración y las persianas de los bares que suben mientras comienzan a prepararse para acoger otro día; cruza la plaza, y ve los bancos en los que se suelen sentar la señora Carmen con su amiga Dolores, como si desde allí pudieran controlar el mundo, la biblioteca, la escuela, y los recuerdos de su adolescencia vuelven con las risas, los primeros amores, las bromas con sus amigos cuando vivía en Madrid. Su vida había cambiado mucho, sus pensamientos están a punto de vagabundear por el pasado, cuando oye una voz:
“¡Buenos días jefe!”
“¡Muy buena Jorge!”
“¡Pase que le invito a un café!”
Los cafés de Jorge son los mejores de Tierra Escondida, y el Comisario no duda ni un instante en aceptar la invitación y disfrutar de la quietud, puesto que dentro de poco el bar se llenará, el ritmo acelerará, y la televisión que queda siempre encendida ni se escuchará, y el pobre señor que está leyendo su periódico tendrá que irse.
“No sé si le interesa, pero el otro día vino aquel jesuita, amigo de la profesora. Estuvimos charlando un rato..Un hombre muy culto, muy conocedor de Italia, y por lo visto tiene otros amigos en Tierra Escondida. Mire, me contó de Toscana y me entró ganas de hacerme un viajecito..”
“Hombre, Toscana es el destino más elegido de Italia. Pero, ¿de qué te habló?”
“De Florecia, de Siena, pero también de una ciudad...espere que le enseño, me dejó esto. Lo único es que está escrito en italiano y no me entero de nada. A lo mejor, usted...”
El comisario lee” i luoghi del Decameron..”
“¿De qué va?”pregunta Jorge
“No sé, pero parece que hay un pozo en la ciudad cerca de la famosa casa del poeta italiano Petrarca y allí vivía un hombre que se llamaba Tofano que se había casado con una mujer, Ghita. Una mujer hermosa, tan hermosa que él se puso muy celoso sin ninguna razón...y ya no sé seguir. Lo siento Jorge pero necesitaría a un buen traductor. Se lo pido a un amigo, el marido de una compañera y mañana te traigo la traducción.”
“¡Qué no se le olvide! Que le he prometido a mi mujer llevarla de viaje a Toscana y ahora quiere visitarla”
“No te preocupes Jorge..¡Nos vemos mañana!”
Controla la hora, tiene tiempo suficiente para volver a casa, ducharse, y salir para ir a trabajar, pero la pantalla del móvil le informa que acaba de recibir un correo.
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