¿Qué hay en el pozo?

 

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Buenas tardes comisario, soy Estrella, la hermana de Miguel”

Los dos se abrazaron y un susurro salió de la boca de los dos jóvenes, algo secreto que el comisario no llegó a descrifrar.

“Necesito saber más, no entiendo que tiene que ver con lo que sucedió a vuestra abuela, con las desapariciones de vuestro hermano y la novia de León”

Estrella abrió su bolso, sacó una foto y antes de enseñarla al comisario la miró por un instante.

“En mi tiempo libre, soy fotógrafa y el día de la fiesta del Agua, el Alcalde me pidió que sacara unas fotos de la plaza, de la gente y cuando las revelé me di cuenta de unos detalles. En esta foto aparece Farah mientras habla con dos personas, un hombre y una mujer bastantes ancianos, mientras que en esta se ve que se aleja siempre con las mismas personas.”

“¿Quiénes son? Ah espera, al hombre lo reconozco.. me cruzó una vez la carretera que pasa por el bosque de los Pinares y lleva a vuestra casa.”

“Sí, es él. El hechicero y la bruja del bosque. De ellos no se sabe mucho, la gente cree que están locos aunque no es así. Mi hermano le acaba de contar la historia de mi abuela, y seguro que le habrá hablado de los guardianes. El hoyo en el que desaparecieron Aurora y Azahara fue el principio, porque con el pozo que construyeron los militares empezó la bajada hacia lo desconocido.”

“Pensáis que vuestro hermano Alberto...”

“Comisario, nosotros estamos seguros a pesar de que los demás no nos quieran escuchar. Allí, hay algo y nosotros queremos descubrirlo. ¡Nos tiene que ayudar!”

“Esperad, todo lo que acabáis de contar me parece algo surreal. Estáis pasando por un momento muy difícil y entiendo que es más fácil creer en lo inexplicable, pero dejad que la policía investigue y la verdad saldrá”.

Estrella respondió: “No, usted no entiende. No son suposiciones, son certezas. Alberto está allì, Farah y Fernando. el novio de la profesora también. Alberto, antes de su desaparición decía que había conocido a dos personas y que no podía contarnos mucho. Nuestra madre se enteró y un día hubo un alterco porque quería que dejara de ir al bosque. Alberto salió de casa jurando que no iba a volver, que no lo entendíamos y que solo en el bosque podía ser sí mismo, y el resto ya lo sabe. Pero, falta una persona con la que tiene que hablar. ¡Síganos!”