SOBRE EL PROYECTO

                                                                                                                                                                  
                                                                                                                                                    

Mi vida en el pozo

Proyecto de Narrativa Transmedia para la clase de español como lengua extranjera

Mi vida en el pozo es un proyecto de Narrativa Transmedia que nace con el intento de explotar el extraordinario poder de las plataformas digitales para transformar  el estudio de los textos literarios y aspectos culturales del español como lengua extranjera en una experiencia única de creación y colaboración narrativa. Se inscribe en un género de suspenso y ciencia-ficción. Trata de sumergir al alumnado en un un mundo narrativo dinámico en el que la lengua que aprenden se hace viva y ellos mismos, siguiendo un pensamiento constructivista, se convierten en los creadores de sus conocimientos.  A lo mejor os estaréis preguntando: ¿Qué es la narrativa transmedia? Para Carlos A.Scolari cuando se habla de Narrativa Transmedia "no estamos hablando de una adaptación de un lenguaje a otro (por ejemplo del libro al cine), sino de una estrategia que va mucho más allá y la desarrolla un mundo narrativo que abarca diferentes medios y lenguajes" . Intentaremos resumirlo con este breve vídeo:



La posibilidades para narrar son infinitas, cada plataforma permite desarrollar diferentes aspectos de nuestro tejido narrativo, y el lector cambia de rol ya que entra en la historia con sus comentarios, ideas, opiniones contribuyendo a expandir aún más el relato. Desde el punto de vista didáctico la narrativa transmedia nos brinda la posibilidad de practicar la lengua recorriendo diferentes niveles de conocimiento lingüístico, practicar las diferentes destrezas, y abre las puertas al diálogo interdisciplinar y cultural. Se quita el candado y se deja volar la imaginación de los alumnos y docentes. El docente, a través de los personajes de la profesora y del comisario, va guiando la narración sin quitarles la libertad  de inventar, les ofrece continuos estímulos para crear.

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Nuestro punto de partida

Nuestra aventura empezó en diciembre de 2020 con la lectura de un microrrelato: "El pozo" de Luis Mateo Díez. Respecto al original, el texto sufrió un cambio, o mejor fue adaptado acercando la edad de Alberto a la de los destinatarios del proyecto para que pudieran identificarse más en los protagonistas,  los problemas familiares, las relaciones interpersonales, y explotar todas las características, experiencias de la adolescencia y los conocimientos adquirido en su curso de bachillerato. El texto fue publicado en el blog "blablabalbo" de nuestro instituto y gracias a unas cuantas preguntas y al uso de la aplicación mentimeter empezamos a activar varias asociaciones mentales alrededor de la imagen del pozo, y sobre todo a plantearnos la siguiente cuestión: ¿Qué le pasó a Alberto?  ¿Podemos pensar en una ampliación del microrrelato?



 Para ello, fue necesario entrar más en la construcción narrativa y entender que los personajes son el verdadero motor de nuestra máquina. "La morfología del cuento" del V. Propp nos sirvió para comprender mejor las funciones. Aclaramos también algunos términos y conceptos relacionados con el cine. A partir de ahí, cada alumno comenzó a elaborar su continuación y nacieron los diferentes personajes. En un segundo momento, juntamos las diferentes piezas de nuestro puzle, y la escritura individual pasó a ser colectiva: una historia única en la que, como explica Henry Jenkins, "el grupo funciona como un todo que pone en juego sus conocimientos de una forma más compleja".


¿Cuál es el propósito?

Mi vida en el pozo se plantea el objetivo de superar la clase frontal y recorrer nuevos caminos didácticos en los que el proceso de aprendizaje se puede transformar en una verdadera experiencia individual y colectiva explotando los cambios introducidos en la comunicación del siglo XXI y de la tecnología digital. Superar la calse tradicional en la que el alumno desempeña el rol de receptor y pasivamente se deja llevar por el docente. Hay que ir más allá rercordando que el proceso de aprendizaje debe fabricar experiencias que se quedan grabadas en nosotros y llegan a formar parte de nuestro bagaje lingüistico y cultural, exactamente como cualquier momento de la vida: un viaje con los amigos que despierta en el sujeto emociones y recuerdos. Llevar a clase un proyecto de narrativa transmedia significa salir de las unidades estáticas del manual, escoger un elemento (en nuestro caso el pozo) y englobar en ello los elementos gramaticales, lexicales, culturales, literarios, interdisciplinares sin olvidarse de los aspectos transversales necesarios para la evolución personal, moral y social de nuestros alumnos. Mi vida en el pozo esconde en sí difentes múltiples conexiones interdisciplinares con: literatura italiana, literatura alemana, inglesa, historia del arte, informática, educación para la ciudadanía. ¿Qué temas transversales se pueden encontrar en la oscuridad de un pozo?




Ahora que has bajado al pozo conmigo, ¿estás listo para entrar en nuestro mundo? 

Prof.a Marta Sanna y sus alumnos 



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