EL ORIGEN DEL POZO
EL COMISARIO DESCUBRE LA VERDAD Sentado a su escritorio el comisario vuelve a leer el informe redactado por el comisario jefe que hab í a llevado a cabo la investigaci ó n. Recorre cada momento, cada l í nea, cada palabra en b usca de algo. Nada, nada nuevo, o casi. Se da cuenta que hay algo raro en la enumeraci ó n de las p á ginas, una correcci ó n como si alguien hubiera manipulado los informes. ¿ C ó mo es posible? Busca un n ú mero de teléfono, el de su jefe retirado, Carlos. Es cierto que las respuestas que él busca las encontr á hablando con él. Después de un “Hola , ¿ qué tal?, y los cuentos de un hombre aburrido del ritmo lento de su vida, el Comisario empieza a confersarle lo que acababa de descubrir. “No te metas Á ngel, olv í date del caso, de la desaparicion del chaval, y empieza a disfrutar m á s de la vida que eres joven y los a ñ os no vuelven” “ Carlos, ¿ t ú qué har í as? ¿ Dejar í as de investigar, en serio? Las palabras del comisario dan en el clavo. “Val